Neurocientíficos de la Universidad de California reconstruyen los mensajes que registra el cerebro de un individuo mediante el análisis del patrón de actividad de una zona del lóbulo temporal.
Neurocientíficos de la Universidad de California, en Estados Unidos, han conseguido descifrar la actividad eléctrica que se produce en el cerebro cuando una persona escucha una conversación, lo que abre la puerta a la comprensión del pensamiento de pacientes afectados por parálisis cerebral. Las conclusiones de la investigación han sido publicadas en la revista PLoS Biology.
Los científicos consiguieron reconstruir las palabras que escucha un individuo a partir del análisis del patrón de actividad de una región del sistema auditivo llamada circunvolución temporal superior (STG, por sus siglas en inglés).
"Este estudio es muy importante para los pacientes que sufren daños en los mecanismos del habla a causa de un accidente cerebrovascular o enfermedad de Lou Gehrig", afirma Robert Knight, profesor de psicología y neurociencia de la Universidad de California en Berkeley.
Los científicos consiguieron reconstruir las palabras que escucha un individuo a partir del análisis del patrón de actividad de una región del sistema auditivo llamada circunvolución temporal superior (STG, por sus siglas en inglés).
"Este estudio es muy importante para los pacientes que sufren daños en los mecanismos del habla a causa de un accidente cerebrovascular o enfermedad de Lou Gehrig", afirma Robert Knight, profesor de psicología y neurociencia de la Universidad de California en Berkeley.
El primer autor de la investigación, Brian N. Pasley, compara el cerebro con un piano en el que las teclas fueran las zonas encargadas de registrar los sonidos: “Un pianista experto conoce las notas musicales que produce cada tecla, y viendo cuáles se pulsan, sin necesidad de oír la melodía, se forma una idea precisa de la pieza que se está tocando. Igual que Ludwig van Beethoven era capaz de 'oír' sus composiciones a pesar de ser sordo”.
'Un discurso imaginario'
En cierto modo, las 'grabaciones' del cerebro funcionan de forma similar, de modo que se puede establecer una entre la actividad cerebral y las diferentes frecuencias acústicas del sonido. "Si vemos qué sitios del cerebro se activan podemos adivinar qué sonido era el que el paciente ha escuchado”, explica Pasley, quien, no obstante, aclara que el hallazgo no consiste exactamente en 'leer la mente'. "Sólo se han decodificado los sonidos que una persona escucha, no lo que alguien piensa para sí".
'Un discurso imaginario'
En cierto modo, las 'grabaciones' del cerebro funcionan de forma similar, de modo que se puede establecer una entre la actividad cerebral y las diferentes frecuencias acústicas del sonido. "Si vemos qué sitios del cerebro se activan podemos adivinar qué sonido era el que el paciente ha escuchado”, explica Pasley, quien, no obstante, aclara que el hallazgo no consiste exactamente en 'leer la mente'. "Sólo se han decodificado los sonidos que una persona escucha, no lo que alguien piensa para sí".
Evidencias científicas apuntan que tanto escuchar un sonido como imaginarlo (tararear mentalmente una canción, por ejemplo) pueden activar áreas similares del cerebro. De confirmarse el descubrimiento, y si el cerebro procesa las imágenes auditivas y del habla de forma similar a como se perciben, “se podría aplicar este enfoque a la lectura de un discurso imaginario, que podría ser útil en el desarrollo de prótesis de comunicación para discapacitados grave”, concluye el autor principal.
PLoS Biology (2012); doi:10.1371/journal.pbio.1001251
Tomado de Jano.es
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