Mostrando entradas con la etiqueta PSA. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta PSA. Mostrar todas las entradas

miércoles, 20 de agosto de 2014

Datos a largo plazo confirman los beneficios de las pruebas diagnósticas para la detección del cáncer de próstata

Datos a 13 años confirman los beneficios en términos de mortalidad, pero los investigadores dicen que todavía no se justifica realizar pruebas de detección a nivel poblacional
Antecedentes
El Estudio aleatorizado europeo para la detección del cáncer de próstata (European Randomised study of Screening for Prostate Cancer, ERSPC) ha demostrado reducciones significativas en la mortalidad por el cáncer de próstata después de 9 y 11 años de seguimiento, pero las pruebas diagnósticas para la detección de la enfermedad aún son controvertidas debido a los acontecimientos adversos, como el sobrediagnóstico. Proporcionamos resultados actualizados sobre la mortalidad por cáncer de próstata con seguimiento hasta 2010, con análisis revisados a los 9, 11 y 13 años.
Métodos
ERSPC es un ensayo multicéntrico, aleatorizado, con una base de datos centralizada predefinida, plan de análisis y grupo de edad principal (55-69 años), que evalúa las pruebas del antígeno específico de la próstata (prostate-specific antigen, PSA) en ocho países europeos. Se identificaron hombres elegibles de 50-74 años de edad a partir de registros poblacionales y se les asignó aleatoriamente, mediante números aleatorios generados por ordenador, a someterse a pruebas de detección de la enfermedad o a no realizarse ninguna intervención (control). Los investigadores no conocían las asignaciones de grupo. El criterio de valoración primario fue la mortalidad por cáncer de próstata en el grupo de edad principal. El análisis se realizó por intención de tratar. Realizamos un análisis secundario con corrección para el sesgo por selección debido a la no participación. En los centros franceses solo se comunicaron los datos de incidencia y no mortalidad a los 9 años de seguimiento. El estudio está registrado en Ensayos controlados actuales con el número ISRCTN49127736.
Resultados
Con datos revisados a los 13 años de seguimiento, se diagnosticaron 7408 casos de cáncer de próstata en el grupo de intervención y 6107 casos en el grupo de control. La tasa de incidencia de cáncer de próstata entre los grupos de intervención y de control fue de 1,91 (IC 95% 1,83-1,99) después de 9 años (1,64 [1,58-1,69] incluida Francia), 1,66 (1,60-1,73) después de 11 años y 1,57 (1,51-1,62) después de 13 años. La tasa de mortalidad por cáncer de próstata fue de 0,85 (0,70-1,03) después de 9 años, 0,78 (0,66-0,91) después de 11 años y 0,79 (0,69-0,91) a los 13 años. La reducción absoluta del riesgo de muerte por cáncer de próstata a los 13 años fue de 0,11 por cada 1000 años-persona o de 1,28 por cada 1 000 hombres asignados aleatoriamente, lo que es equivalente a evitar una muerte por cáncer de próstata por cada 781 (IC 95 %490-1 929) hombres invitados a realizarse las pruebas de detección o uno por cada 27 (17-66) casos de cáncer de próstata adicionales detectados. Después del ajuste por no participación, la proporción de las tasas de mortalidad por cáncer de próstata en los hombres evaluados fue de 0,73 (IC 95% 0,61-0,88).
Interpretación
En esta actualización, el estudio ERSPC confirma una reducción sustancial en la mortalidad por cáncer de próstata atribuible a las pruebas de PSA, con un aumento sustancial del efecto absoluto a los 13 años en comparación con los hallazgos después de 9 y 11 años. Pese a nuestros hallazgos, aún se considera un prerrequisito la cuantificación adicional de daños y su reducción para que tenga lugar la introducción de las pruebas de detección a nivel poblacional
Tomado de Univadis

Referencias

Schröder FH, Hugosson J, Roobol MJ, et al. Screening and prostate cancer mortality: results of the European Randomised Study of Screening for Prostate Cancer (ERSPC) at 13 years of follow-up. The Lancet. 2014;doi:10.1016/S0140-6736(14)60525-0.

jueves, 16 de enero de 2014

New Early Detection Test for Prostate Cancer

More than 1 million men will undergo a prostate biopsy this year, but only about one-fifth of those biopsies will result in a cancer diagnosis.
The reason is that the traditional prostate cancer screening test – a blood test to measure prostate specific antigen, or PSA – does not give doctors a complete picture.
Now, the University of Michigan Health System has begun offering a new urine test called Mi-Prostate Score to improve on PSA screening for prostate cancer. The test incorporates three specific markers that could indicate cancer and studies have shown that the combination is far more accurate than PSA alone.
“Many more men have elevated PSA than actually have cancer but it can be difficult to determine this without biopsy. We need new tools to help patients and doctors make better decisions about what to do if serum PSA is elevated. Mi-Prostate Score helps with this,” says Scott Tomlins, M.D., Ph.D., assistant professor of pathology and urology at the University of Michigan.
Researchers validated the new test on nearly 2,000 urine samples. Mi-Prostate Score, or MiPS, was significantly more accurate than PSA alone for predicting cancer as well as predicting aggressive prostate cancer that is likely to grow and spread quickly.
Mi-Prostate Score developed from a discovery in the lab of Arul Chinnaiyan, M.D., Ph.D., in 2005 of a genetic anomaly that occurs in about half of all prostate cancers, an instance of two genes changing places and fusing together.
This gene fusion, T2:ERG, is believed to cause prostate cancer. Studies in prostate tissues show that the gene fusion almost always indicates cancer.
The new urine test looks for the T2:ERG fusion as well as another marker, PCA3. This is combined with serum PSA measure to produce a risk assessment for prostate cancer. The test also predicts risk for having an aggressive tumor, helping doctors and patients make decisions about whether to wait and monitor test levels or pursue immediate biopsy.
“This combination test is not designed to say definitively at diagnosis whether a man has aggressive prostate cancer, but it can provide a more accurate estimate of the likelihood of having cancer and the likelihood of that cancer being aggressive,” Tomlins says.
The test is available to anyone but requires a request from a doctor.
Prostate cancer statistics: 238,590 Americans will be diagnosed with prostate cancer this year and 29,720 will die from the disease, according to the American Cancer Society
University of Michigan Health System. "New early detection test for prostate cancer." ScienceDaily, 25 Sep. 2013. Web. 16 Jan. 2014

miércoles, 25 de abril de 2012

Entre un 30 y un 40% de los diagnósticos de cáncer de próstata son innecesarios


Según los expertos reunidos en el I Foro Integral de esta dolencia, el cribado selectivo ha conseguido disminuir la mortalidad por este tumor, aunque muchos pacientes están siendo sobretratados.

“Entre un 30 y un 40% de los diagnósticos de cáncer de próstata son innecesarios”. Así lo ha manifestado el doctor Bernardino Miñana, coordinador del Grupo de Uro Oncología de la Asociación Española de Urología (AEU), en el marco del I Foro integral sobre cáncer de próstata que durante hoy y mañana se celebra en Murcia, y al que acuden cerca de 300 expertos de toda España. Tal y como ha señalado el doctor Miñana, “uno de los retos que se nos plantean actualmente es evitar diagnósticos innecesarios en pacientes con bajo riesgo de desarrollar síntomas, con el objetivo de no comprometer su calidad de vida con tratamientos innecesarios.”
     El cáncer de próstata es un tumor con una incidencia similar al de mama en la mujer. Actualmente en España, según datos del Registro Nacional de Cáncer de Próstata de la AEU, se diagnostican más de 20.000 nuevos casos al año. Con el objetivo de debatir cuál es la situación actual de esta enfermedad, teniendo en cuenta que está directamente asociada a la edad y que se prevé que siga aumentando debido al progresivo envejecimiento de la población, por primera vez se reúnen en este encuentro científico los principales agentes (pacientes, autoridades y profesionales sanitarios, medios de comunicación e industria farmacéutica) involucrados en esta enfermedad.
     “Una reunión”, ha asegurado el doctor Humberto Villavicencio, presidente de la AEU, “que es clave en un momento como el actual, de crisis económica, que obliga a racionalizar recursos para mantener la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud, lo que además va a afectar especialmente a una patología como el tumor de próstata, que constituye un verdadero problema de salud pública”.

PSA y tacto rectal
     Las dos pruebas que ponen al urólogo sobre la pista de un posible tumor prostático son la palpación de la próstata a través de tacto rectal y la determinación del antígeno prostático en sangre, prueba que consiste en un simple análisis de sangre y que es conocida como PSA. Según el doctor Villavicencio, “no cabe cuestionarse la validez del diagnóstico precoz con el PSA porque es innegable que ha cambiado totalmente el pronóstico del cáncer de próstata. Hace 20 años la mayor parte de estos tumores no podían curarse y en la actualidad es posible abordar con éxito la mayoría de ellos. De hecho, nueve de cada diez pacientes se diagnostican en un estadio susceptible de recibir un tratamiento con intención curativa”.
     Sin embargo, el consenso no es tal cuando lo que se plantea es si merece la pena someter a todos los hombres mayores de 50 años a estas pruebas, igual que se hace con las mamografías a las mujeres. La cuestión es si produce realmente un beneficio, dado que no son pocos los afectados que, por la naturaleza de su tumor, de progresión muy lenta, acaban falleciendo con el tumor y no a causa de él. “En estos casos”, explicó el doctor Miñana, “la opción es hacer un seguimiento activo sin hacer uso de la medicación. No obstante, el temor que produce la enfermedad hace que muchos urólogos y los propios pacientes prefieran abordarlo, lo que conlleva un consumo de recursos y una serie de comorbilidades asociadas al tratamiento que podrían evitarse”.
Evitar tratamientos innecesarios en pacientes con bajo riesgo

     La mayoría de los casos de cáncer de próstata se diagnostican en varones de 69-70 años. Para el doctor Miñana, “la tendencia actual de pedir un PSA a todos los varones mayores de 50, 60, 70 y 80 años, tanto por parte de los urólogos como por los médicos de atención primaria, ha generado que entre un 30-40% de los nuevos casos se detecten en pacientes con un riesgo muy bajo de fallecer a causa del tumor. Es decir, con un tumor muy localizado y de una evolución tan lenta que no hubiera merecido la pena detectarlo. El objetivo de cualquier programa de screening es diagnosticar cánceres que vayan a comprometer la vida del paciente, por lo que este 30-40% podría corresponder a pacientes sobrediagnosticados y, quizás, sobretratados”.

     En este grupo de pacientes, que además va en aumento debido al progresivo envejecimiento de la población, los expertos apuntan a que lo más razonable es no recomendar ningún tratamiento si la esperanza de vida es inferior a diez años. “La opción”, explicó el doctor Miñana, “es hacer un seguimiento activo. Es decir, realizar una biopsia periódicamente para ver si en algún momento se produce un cambio de tamaño en el tumor. Si el tumor no se manifiesta, se mantiene indolente, nuestra recomendación es no tratarlo, ya que el paciente probablemente fallezca a causa de otra enfermedad. Este tipo de vigilancia implica la realización de análisis y biopsias periódicas”.

     Otra opción es el tratamiento focal, que consiste en tratar exclusivamente la parte de la próstata enferma sin tener que extirpar toda la glándula. “La aplicación de estos tratamientos”, comentó este experto, “supondría un cambio radical en nuestra forma de diagnosticar y monitorizar el cáncer de próstata, ya que nos basaríamos en la imagen que nos proporciona la resonancia magnética. A estos pacientes habría que hacerles una resonancia multimagnética, que es la única que permite visualizar de alguna forma este tumor, ya que, por ser un cáncer multifocal, resulta complicado verlo con otro tipo de prueba. De esta forma, es posible no quitar la glándula entera y hacer un tratamiento con menos secuelas para el paciente. Evitas así la incontinencia y la disfunción eréctil asociadas a la cirugía radical”.

Tratamiento del cáncer de próstata
     Cuando la enfermedad está localizada, los médicos cuentan con dos opciones terapéuticas: la radioterapia y la cirugía (prostatectomía radical). La intervención quirúrgica permite extraer la glándula prostática y analizarla para determinar con exactitud en qué etapa de crecimiento se encuentra el tumor. Esta operación se puede realizar mediante una intervención tradicional abierta, por vía laparoscópica o asistida por robot, siendo la probabilidad de curación así como los efectos sobre la erección y la continencia similares mediante los tres tipos de cirugía. En el caso de la radioterapia, se puede administrar por vía externa (convencional) o implantando unas semillas radioactivas dentro de la próstata (braquiterapia). También existen otras opciones como la crioterapia y la HIFU (ultrasonidos) que aún es preciso contar más experiencia. “El tratamiento de estos tumores localizados dependerá siempre de la edad del paciente y la agresividad del propio tumor, de tal manera que cabe contemplar en casos muy seleccionados la abstención o demora terapéutica”, aclaró el doctor Miñana.

     La terapia hormonal actúa bloqueando la producción de hormonas masculinas que son las que estimulan el crecimiento del tumor. En estos casos, la indicación se limita a los casos en los que el tumor se encuentra ya diseminado (metástasis) o porque ha habido una recaída tras la cirugía. Asimismo ha demostrado ser útil como adyuvante a radioterapia en pacientes de alto riesgo. Desde hace pocos años, se dispone de quimioterapia que permite un ligero pero significativo incremento en la expectativa de vida de los pacientes con metástasis y que son resistentes al tratamiento hormonal.
     Por otra parte, aunque la cirugía asistida por robot mejora la precisión de la intervención quirúrgica, los costes que implican su implementación dificultan su expansión. “Lo cierto es que en un momento como el actual es importante evaluar el coste-eficacia de las nuevas tecnologías, ya que en muchas casas se empiezan a utilizar técnicas insuficientemente evaluadas y que poco aportan a la utilizada anteriormente. En esta reunión contamos con representantes de la administración sanitaria que precisamente abordarán la importancia de evaluar las nuevas tecnologías, ya que actualmente nuestro SNS no puede permitirse su aplicación a grane escala, como es el caso de la robótica, aunque es indiscutible que el futuro pasa por este tipo de cirugía”, subrayó el doctor Miñana.
Calidad de vida

     Otro de los temas que se debatirán en el I Foro Integral de cáncer de próstata es la calidad del paciente con cáncer de próstata. Los tratamientos locales (cirugía y radioterapia) pueden afectar en la función sexual, a la continencia urinaria y, en el caso de la radioterapia, también al aparato digestivo. Por su parte, las terapias sistémicas, como la quimioterapia, la inmunoterapia y las nuevas moléculas en investigación tampoco están exentas de efectos adversos. “La tendencia es a optar por tratamientos cada vez menos invasivos para el paciente. Por lo que otro de los contenidos que abordaremos será analizar el impacto real de todos los tratamientos y de que forma se pueden prevenir, minimizar o evitar los efectos secundarios”, concluyó este experto.
Cáncer de vejiga y riñón

      Otros de los tumores urológicos que se analizarán en este marco científico son el cáncer de vejiga, en el que España se encuentra entre los países europeos con mayor incidencia y que es uno de los tumores que más recursos sanitarios consume. Así como el de riñón, en el que han aparecido nuevas moléculas efectivas para el tratamiento en su etapa más avanzada.



Tomado de Jano.es