Una de las enfermedades más prevalentes en las sociedades occidentales es la esteatosis hepática, también conocida como enfermedad del hígado graso (FLD en inglés), que afecta al 30% de la población adulta y se caracteriza por una acumulación de grasas en el hígado.
La FLD se asocia a una ingesta excesiva de alcohol y obesidad, y puede provocar insuficiencia hepática, diabetes e incluso cáncer. Hasta la fecha, no existen tratamientos farmacológicos para la enfermedad.
El Grupo de Genes, Desarrollo y Enfermedad del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), encabezado por Erwin Wagner, director del programa de la Fundación BBVA-CNIO de Biología Celular del Cáncer, ha descubierto nuevos factores, las proteínas AP-1, críticos en el desarrollo de la FLD.
Los resultados aparecen hoy en la portada de la revista Cell Metabolism, líder en el campo del metabolismo celular. El trabajo se ha desarrollado en colaboración con Johan Auwerx, de la Escuela Politécnica Federal de Lausanne, Suiza.
La FLD se asocia a una ingesta excesiva de alcohol y obesidad, y puede provocar insuficiencia hepática, diabetes e incluso cáncer. Hasta la fecha, no existen tratamientos farmacológicos para la enfermedad.
El Grupo de Genes, Desarrollo y Enfermedad del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), encabezado por Erwin Wagner, director del programa de la Fundación BBVA-CNIO de Biología Celular del Cáncer, ha descubierto nuevos factores, las proteínas AP-1, críticos en el desarrollo de la FLD.
Los resultados aparecen hoy en la portada de la revista Cell Metabolism, líder en el campo del metabolismo celular. El trabajo se ha desarrollado en colaboración con Johan Auwerx, de la Escuela Politécnica Federal de Lausanne, Suiza.
El hígado graso se asocia a una ingesta excesiva de alcohol y obesidad, y puede provocar insuficiencia hepática, diabetes e incluso cáncer.
El equipo del CNIO había observado que los hígados de los ratones obesos tenían niveles bajos de Fra1, proteína del tipo AP-1. Para conocer el porqué, los investigadores crearon ratones transgénicos que aumentaban o disminuían la producción de estas proteínas en el hígado y estudiaron sus consecuencias en la enfermedad.
Proteínas que eliminan la grasa hepática
“El aumento de las proteínas AP-1, como Fra1 o Fra2, fue capaz de prevenir la acumulación de grasa y la FLD en ratones. Sorprendentemente, el aumento de estas proteínas en ratones con obesidad y FLD hizo desaparecer por completo la grasa en el hígado, además de prevenir inflamación y daño hepático”, explica Sebastian Hasenfuss, primer autor del artículo.
Los investigadores también describen el mecanismo subyacente del efecto de estas proteínas sobre el metabolismo de las grasas. Según indica Wagner, “las proteínas AP-1 son reguladores maestros del metabolismo de las grasas”, y añade: “Estas proteínas controlan la captación en el hígado de las grasas procedentes del torrente sanguíneo".
El artículo afirma cómo otras proteínas relacionadas con Fra1, como c-Fos y JunD, ejercen efectos opuestos sobre el metabolismo de las grasas en el hígado. Los autores proponen que un desequilibrio entre el conjunto de estas proteínas podría ser clave en la patogénesis de la FLD.
Tomado de: intramed.net
Referencia bibliografica: Regulation of steatohepatitis and PPARγ signaling by distinct AP-1 dimers. Hasenfuss SC, Bakiri L, Thomsen MK, Williams EG, Auwerx J, Wagner EF. Cell Metabolism (2013) http://dx.doi.org/10.1016/j.cmet.2013.11.018
Proteínas que eliminan la grasa hepática
“El aumento de las proteínas AP-1, como Fra1 o Fra2, fue capaz de prevenir la acumulación de grasa y la FLD en ratones. Sorprendentemente, el aumento de estas proteínas en ratones con obesidad y FLD hizo desaparecer por completo la grasa en el hígado, además de prevenir inflamación y daño hepático”, explica Sebastian Hasenfuss, primer autor del artículo.
Los investigadores también describen el mecanismo subyacente del efecto de estas proteínas sobre el metabolismo de las grasas. Según indica Wagner, “las proteínas AP-1 son reguladores maestros del metabolismo de las grasas”, y añade: “Estas proteínas controlan la captación en el hígado de las grasas procedentes del torrente sanguíneo".
El artículo afirma cómo otras proteínas relacionadas con Fra1, como c-Fos y JunD, ejercen efectos opuestos sobre el metabolismo de las grasas en el hígado. Los autores proponen que un desequilibrio entre el conjunto de estas proteínas podría ser clave en la patogénesis de la FLD.
Tomado de: intramed.net
Referencia bibliografica: Regulation of steatohepatitis and PPARγ signaling by distinct AP-1 dimers. Hasenfuss SC, Bakiri L, Thomsen MK, Williams EG, Auwerx J, Wagner EF. Cell Metabolism (2013) http://dx.doi.org/10.1016/j.cmet.2013.11.018
Es un artículo interesante, sobre todo por q habla del mecanismo fisiopatologico de una enfermedad que tiene una prevalecia significativa en la población; en este caso se habla de una proteína la cual al tener una actividad disminuida o anormal aumenta la esteatosis, la cual es un estadio en el que se esta a tiempo para poder revirtirlo, pues posterior a este se pasa el punto de no retorno. Los avances en este tema podrian generar el conocimiento para poder dar tratamiento y poder lograr una reversion en la esteatohepatitis y entender mas en la fisiopatología de esta enfermedad. A demas de poder brindar una mejor calidad de vida a estos pacientes.
ResponderEliminarEn artículos de investigación como éste es donde se puede apreciar bien cómo los progresos en los métodos de medicina molecular para encontrar los factores más primarios para la generación de la enfermedad. Tomando en cuenta cómo el hígado graso se relaciona a enfermedades como la diabetes y la obesidad, se puede recalcar que al igual en que en estas enfermedades se encontraron marcadores bioquímicos y genéticos que cambiaban drásticamente su desarrollo, y cada vez se logra encontrar la base casi atómica de los cambios que la condicionan. A la larga podría ser posible encontrar más marcadores moleculares no sólo para identificar el desarrollo las enfermedades crónico degenerativas, sino también la creación de fármacos de blancos terapéuticos muy puntuales que se dediquen precisamente a bloquear el origen atómico de la enfermedad.
ResponderEliminarEl alcance de la ciencia me parece impresionante.
ResponderEliminarYa parece que pronto el hígado graso se convertirá en una enfermedad para los libros de historia, esperemos que el camino siga en esa dirección.
Es grato ver que ahora se busca una solución efectiva y relativamente rápida para una enfermedad de prevalecía tan importante en nuestro país, sin embargo, creo que nunca le vamos a ganar a la prevención, eliminar la ingesta de alcohol y evitar la obesidad son las medidas más efectivas para evitar el hígado graso y me parece que es necesario un cambio de vida en la población en general.
Yo veo el desarrollo de esta proteína como una forma de ayudar a los pacientes a dar un cambio de vida radical, haciendo sinergia del efecto del (pronto a sintetizar) fármaco y cambios en los hábitos alimenticios.
Opino que son asombrosos los grandes avances que ha logrado la Medicina Biomolecular a lo largo del tiempo, en este caso al dilucidar los posibles factores involucrados en la fisiopatogenia de una enfermedad altamente prevalente como el Hígado Graso ya que se encuentra asociada a padecimientos muy frecuentes en nuestro medio, como obesidad y DM . Estos nuevos descubrimientos pueden llevar a la creación de fármacos que ayuden al tratamiento de esta entidad nosológica, actuando específicamente sobre estas proteínas descubiertas (AP-1, Fra-1, Fra-2), las cuales regulan la acumulación de grasas en el hígado. Espero que se realicen más estudios sobre estos factores y pronto se pueda crear un fármaco específico para la enfermedad de Hígado Graso, ya que actualmente solo se cuenta con la información de que la dieta y ejercicio realizados por el paciente son para mejorar este padecimiento, así como también el uso de agentes sensibilizadores a la insulina o antioxidantes (Vitamina E), pero todavía no existe algún medicamento específico que pueda eliminar el hígado graso por sí mismo.
ResponderEliminarEl impacto que este tipo de estudios tiene sobre la historia natural de la enfermedades es impresionante, puesto que permite un mayor entendimiento sobre los procesos fisiopatológicos involucrados y por lo tanto abre un nuevo campo de desarrollo a posibles blancos terapéuticos. El hígado graso es una enfermedad con una prevalencia elevada y cuya progresión aumenta en gran medida la morbimortalidad, por lo que el hecho de que en un futuro se desarrollen fármacos que a nivel molecular modifiquen la fisiopatología y permitan un mejor control y evolución sin lugar a duda cambiaría el panorama actual de este padecimiento.
ResponderEliminarhttps://www.landesbioscience.com/journals/cc/2014FT1140.pdf
ResponderEliminarEncontré este artículo que habla un poco más de las proteínas AP-1 y el como llegaron a la conclusión de que intervenían en la enfermedad del ácido graso, siendo la enfermedad del hígado más prevalente debido a los altos índices de obesidad, diabetes y alcoholimo, estas proteínas no sólo se encuentran en el Hígado hay en otros órganos como en el hueso pero yo creo que a pesar de que se haya logrado identificar su participación en la enfermdedad del ácido graso aún está muy lejos para convertirse en una verdadera solución además de que la mejor solución para esta enfermedad que se sabe ligada a factores de riesgo específicos y evitables es la prevención.
Es increíble el alcance que tiene hoy en día la investigación en biología molecular; ya que al encontrarse estas proteínas que son una base en la fisiopatología de este padecimiento con alta prevalecía y para el cual el tratamiento en la actualidad es a base de ejercicio y dieta podrían abrir nuevas opciones, puesto que en el futuro se podrían crear fármacos específicos que mejoren el pronóstico de esta entidad nosologica.
ResponderEliminarLas implicaciones de este descubrimiento son prometedoras en muchos sentidos. Entender una fisiopatología tan compleja como es la del hígado graso y además tener la posibilidad de actuar en la misma en beneficio del paciente me parece extraordinario. La creación de fármacos para tratar el hígado graso sería sin duda un gran avance en la medicina pero a final de cuentas nunca deberemos de dejar de dar las recomendaciones que siempre hemos hecho: cambio de hábitos de vida, en especial dietéticos. Si no educamos a los pacientes y solo les damos medicamentos no estaremos tratando el verdadero problema, por eso creo que debe ser de consideración un manejo integral y un seguimiento cuidadoso del paciente en lugar de pensar que la sola administración de una fármaco resolverá el problema. Esperemos que se sigan realizando este tipo de estudios, y así algún día podamos ser capaces de ofrecer tratamientos eficaces y que mejoren sustancialmente la calidad de vida de los pacientes.
ResponderEliminarEs impresionante los avances que ha tenido la medicina en un tiempo relativamente corto; llegando a descubrir los elementos básicos que producen una enfermedad y utilizando este conocimiento para encontrar su cura.
ResponderEliminarMe parece importante este artículo ya que el Hígado graso es una enfermedad de alta prevalencia en nuestro país y este tipo de descubrimientos ayudarán mucho a la mejora de la salud de los pacientes que la padecen.
Sin embargo, sigo pensando que antes está la prevención y que ésta no se llevará a cabo si no se educa a las personas sobre un estilo de vida que incluya ejercicio y una dieta sana.
Si se combinaran estos aspectos (prevención, estilo de vida y medicamentos) las enfermedades de este tipo tendrían una menor prevalencia y una calidad de vida mejor para los pacientes.
Este artículo es un claro ejemplo de como vamos avanzando en las enfermedades, en este caso d elas hepáticas, específicamente hígado graso. Es interesante que el funconamiento de una proteeína como la Apro 1 sea capaz de eliminar toda la grasa producida durante la enfermedad y regrasar al hígado a su funcionamiento normal. Aunque aún ahy mucho por seguir investigando, mínimo ya tenemos una pauta de hacia donde dirigirnos en el tratamiento de dicha enfermedad.
ResponderEliminarEs interesante saber que puede existir un tratamiento específico en el tratamiento de hígado graso, ya que los tratamientos que se utilizan actualmente son más que nada higiénico- dietéticos, y como bien lo menciona el artículo, ésta patología es más común en personas obesas y alcohólicas que muy probablemente no lleven a cabo las medidas necesarias para evitar el avance de la enfermedad como son: suspender el consumo de alcohol, hacer ejercicio, hacer una dieta baja en grasas, bajar de peso, etc. Aunque éste tratamiento sería de gran ayuda para los pacientes también es importante detectar a tiempo la enfermedad antes de que llegue a estadios más severos e irreversibles, sin embargo a veces es difícil ya que ésta es una patología que en la mayoría de las ocasiones es asintomática, por lo tanto considero que lo mejor sería tomar medidas necesarias, principalmente la educación, en pacientes propensos a presentar la enfermedad antes de que la padezcan.
ResponderEliminarEste articulo nos habla acerca de un nuevo blanco molecular para el tratamiento de el hígado graso. Esto es importante porque aunque pareciera que la enfermedad del hígado graso fuera de etiologías ambientales como el estilo de vida, las dietas hipercaloricas, la falta de actividad física, etc, no debemos olvidar que aunque desconocidas debe haber alteraciones a nivel génico o molecular subyacentes que en conjuntos con el ambiente favorecedor termine en el desarrollo de la enfermedad. Vale la pena que se siga investigando acerca de este blanco y otros para poder emplear tratamientos mas dirigidos, eficaces y mas personalizados que detengan la progresión de la enfermedad hacia la insuficiencia hepática y el cáncer.
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