La marihuana se usa actualmente para fines médicos, entre otros, para aliviar los efectos secundarios de la quimioterapia y tratar el dolor crónico. El "Journal of Biological Chemistry" informó de que científicos estadounidenses han encontrado ahora una posible aplicación nueva: el tratamiento de las enfermedades autoinmunitarias.
Científicos de la Universidad de Carolina del Sur (Columbia) investigaron si el tetrahidrocannabinol (THC) presente en la marihuana es capaz o no de alterar la expresión del ADN a través de vías epigenéticas. Al hacerlo, descubrieron que el THC afecta en realidad a un grupo de moléculas denominadas histonas. El sistema inmunitario, por tanto, queda suprimido.
Normalmente, la supresión del beneficioso sistema inmunitario es una de las consecuencias negativas del uso de la marihuana. Pero en las enfermedades autoinmunitarias, como la artritis, el lupus o la esclerosis múltiple, en las que la inflamación crónica desempeña un papel fundamental, el uso de la marihuana podría ser efectivo, sugieren los investigadores
Tomado de Univadis.com
Es muy interesante el enfoque que se le da al uso de la marihuana en este artículo, dejando de lado los prejuicios de su uso y encontrándosele un posible uso muy importante, si se llegara a usar como terapia para enfermedades autoinmunes seria una opción de tratamiento excelente. Se necesita darle seguimiento y seguir haciendo investigaciones para que quede totalmente dilusidado su uso terapéutico.
ResponderEliminarEste podría ser el comienzo de una nueva línea de tratamiento si bien no curativo pero sí paliativo para las enfermedades degenerativas ya mencionadas y algunas otras en las que se podría empezar a experimentar. Sería optimo dilucidar como es que actúa con precisión la marihuana como agente antiinflamatorio, descifrando de esta manera cual es la dosis exacta, por cuanto tiempo, que posibles efectos adversos podría tener a corto y largo plazo ya utilizándola como terapéutica establecida y también si es útil en determinadas poblaciones y grupos etarios.
ResponderEliminarLo que podría ser un efecto adverso, se administra en las personas correctas y les proporcionas un beneficio, además del efecto sobre el sistema inmunológico se ha investigado que la marihuana podría tener más efectos en pacientes con enfermedades autoinmunes se he encontrado que los productos del cannabis pueden actuar como analgésicos además de efecto anti-inflamatorio. Por ejemplo, algunos pacientes que utilizan cannabis manifiestan necesitar menos esteroides y otros antiinflamatorios no esteroideos. Valdría la pena continuar con investigaciones acerca de este tema.
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EliminarPienso que apesar de que se probó que el sistema inmunitario queda suprimido, no es una vía aun viable y es arriesgado decir que los pacientes con enfermedades autoinmunes pueden tratarse con marihuana, aun faltan muchos estudios y quizas el efecto supresor sea minimo.
ResponderEliminarQuizas pueda ser utilizado como una ayuda al tratamiento, algo para mejorar la eficacia de los farmacos con los que son tratados los pacientes. Por el momento nuestras opiniones deberían ser reservadas hasta que no existan estudios donde tambien se tome en cuenta los efectos adversos.
Me llama demasiado la atención el efecto que ejerce el THC a nivel de la replicación del material genético, ya que como menciona el texto, al parecer la inhibición del sistema inmune se debe a una alteración en la metilación de las Histonas lo que podría alterar el empaquetamiento del DNA, pudiendo obtener un efecto benéfico en los trastornos en los cuales la proliferación celular carece de un mecanismo regulador de la tasa de reproducción. Quizá este efecto del cannabinoide aunado a las terapias blanco que cada vez demuestran tener mayor afectividad en el tratamiento de algunas formas de cáncer pudieran lograr mayores tasas de éxito en la terapéutica; e independientemente de si podría o no regular la respuesta inmune de manera efectiva o funcionar como un desacelerador mitótico, existen otros beneficios que pueden ser usados en los cuidados paliativos.
ResponderEliminarEl motivo principal del uso de la marihuana es el recreativo, esperando efectos 'positivos' como la relajación y el incremento del humor, sin embargo estos efectos se acompañan con otros no deseables. Dentro de los efectos que han descubierto en modelos experimentales sobre el sistema inmune son la inhibición de la función de los linfocitos T y de la inmunidad celular. De esta manera, con el receptor CB2 localizado principalmente en nódulos linfáticos, afectaría a las histonas de las células linfaticas por lo tanto se vería limitada la proliferación de linfocitos T. Con esta respuesta a THC podría haber un efecto positivo en enfermedades autoinmunes, pero se necesitan mas estudios que aclaren bien estos efectos, ademas de identificar los posibles efectos adversos al suprimir la función de las células T siendo la aparición de neoplasias un ejemplo.
ResponderEliminarEs de interés esta nueva aplicación que se le ha encontrado a la marihuana, ya que lo que antes se pensaba como un efecto adverso ahora puede ser utilizado a favor de los pacientes. Pienso que hay que hacer más investigación al respecto y evaluar la eficacia y riesgos de esta nueva aplicación, así como la opinión de los pacientes al respecto de la utilización de este producto para mejorar sus padecimientos, ya que puede ser difícil quitar la idea de que la marihuana es dañina.
ResponderEliminarLa selección de los pacientes a los que se les proporciona esta terapia será muy importante, ya que como sabemos existen muchos beneficios en el uso de canabis, pero también hay muchos otros efectos adversos, individualizar cada caso y determinar qué tanto va a beneficiar el tratamiento al paciente y si vale la pena correr el riesgo de presentar alguno de los "efectos secundarios"; también habrá que especificar cada cuanto indicarla y en que dosis, etc. Creo que aún falta mucho que investigar en cuanto este tema, que quizá a futuro pueda ser una excelente terapia.
Este artículo es muy interesante, puesto que de ser cierta la hipótesis planteada por los investigadores, millones de personas alrededor del mundo ser verían beneficiadas con esta nueva opción terapéutica, que aunque no es una cura definitiva, podría mejorar mucho los síntomas de los pacientes que sufren estas enfermedades. Aunque hacen falta pruebas que apoyen esta hipótesis, siento que sería una buena opción y se deberían destinar recursos para continuar con las investigaciones, puesto que el número de personas beneficiadas sería demasiado grande. Esto sin tomar en cuenta la opinión de la sociedad, pues el debate sobre su uso aun es muy reciente, además de que debería estar plenamente justificado, puesto que es una droga que provoca adicción y tiene demasiados efectos adversos, uno de ellos es que son incapaces de conducir un vehículo, además de ser susceptibles de presentar problemas psiquiátricos y psicológicos. Desde mi punto de vista, es una opción bastante atractiva y se debería invertir en su investigación y antes de darle ese uso, dilucidar bien cuál es el mecanismo mediante el cual suprime el sistema inmunitario.
ResponderEliminarOrlando Falcón
ResponderEliminarEste tipo de investigaciones nos demuestra que apenas estamos comprendiendo complejidad molecular de los procesos celulares y la interacción por el uso de en este caso un alcaloide, el THC, sobre el cual se tenía la noción de su acción analgésica, estimulante del apetito y como falso neurotransmisor en el SNC.
Se necesitan realizar investigaciones para comprender completamente si es posible que se relaciona directamente con la modulación inmunologica, tal vez a través de inhibición de citocinas, mensajeros intracelulares (como las calcineurinas o factor NFK-b) o directamente sobre la transcripcion y traduccion a nivel de factores de trasncripcion y metilación de ADN.
de cualquier forma seria de gran utilidad el buscar una aplicación farmacológica que resulte benéfica a nivel clínico y que presente la menor cantidad de efectos secundarios, típico de los actuales FARMES.
Una de las principales barreras para lograr dicha meta es la regulación por parte de autoridades en el manejo de narcóticos y la idiosincrasia de la población que generalmente resulta en la tendencia conservadora y poco abierta hacia soluciones que pueden resultar polémicas.