Targeting
a comprehensive cardiac-risk reduction program to adults with elevated
natriuretic peptide significantly cut the rate of new left ventricular
dysfunction, heart failure, and other cardiovascular events in a randomized
trial with more than 1,300 patients.
"I think it was the structure of the
intervention, the cohesion of care, rather than a specific intervention"
that improved clinical outcomes, Dr. Kenneth M. McDonald said at the annual
meeting of the American College of Cardiology. "Undoubtedly, a patient’s
knowledge [of a high B-type natriuretic peptide level] improved their adherence
to therapy." He and his associates ran the study at 39 primary care
practices around Dublin that worked in collaboration with the cardiology
department at St. Vincent’s University Hospital in Dublin.
The
primary care physicians looked for patients at least 40 years old with at least
one identified cardiovascular risk factor whose B-type natriuretic peptide
(BNP) level rose above 50 pg/mL on an annual screening test. They referred
these patients to St. Vincent’s for an intensified testing and management
program similar to "the disease management structure we’ve used for
several years for patients with heart failure," said Dr. McDonald, a
professor of cardiology at St. Vincent’s and director of the heart failure
unit. The program included a cardiology review and regular follow-up,
echocardiography with Doppler and other cardiovascular investigations as
needed, and nurse coaching.
"Routine BNP screening is not recommended
in current guidelines. Perhaps this finding is the first step to get guidelines
committees to address the use of BNP for screening," commented Dr. Sanjay
Kaul, director of the vascular physiology and thrombosis research laboratory at
the Burns and Allen Research Institute at Cedars Sinai Medical Center in Los
Angeles.
Among the 1,374 patients enrolled in the
STOP-HF (Screening to Prevent Heart Failure) trial, annual BNP measurement
found 498 (36%) with a BNP level that rose above 50 pg/mL in at least one
annual test. This included 235 patients randomized to the control arm and 263
randomized to the intervention group. The overall age of patients in the study
averaged 65 years, but the age of those with elevated BNP averaged closer to 70
years.
During average follow-up of just over 4 years,
patients referred to the cardiology program had 25 cases (10%) of heart failure
or asymptomatic left ventricular dysfunction, compared with 44 cases (19%) in
the control arm, a 54% odds ratio reduction that was statistically significant
for the study’s primary endpoint. For the entire study group of 1,374
randomized patients, participation in the group eligible for referred care cut
the primary endpoint by a relative 41%, compared with the controls, a
statistically significant difference.
A
secondary efficacy analysis that tallied the combined rate of incident heart
failure, arrhythmia, myocardial infarction, unstable angina, cerebrovascular
events, peripheral thrombosis, or pulmonary embolism found 51 events (7%) in
the entire intervention group compared with 71 events (10%) in the control
group, a 46% odds rate reduction that was statistically significant.
A study limitation was the large percentage of
patients in both arms either lost to follow-up, 10%; or who withdrew their
consent to participate, another 16%. "It challenges interpretation of the
results," commented Dr. Kaul.
But Dr. McDonald and his associates were
convinced by their findings.
"We believe the results are conclusive
enough to roll this out as a clinical program," he said in an interview.
"We are now extending this to another region of Ireland, and we will try
to get this disseminated nationally."
He also foresees additional refinements to the
program, possibly identifying other risk markers that can compliment BNP and
further focus intervention.
"We have shown benefit, but a question is
the cost of getting that benefit. BNP is clearly a step up from where we were,
but that doesn’t mean we are as good as we could make it."
Tomado de: ecardiologynews.com
Manuel Insensé
ResponderEliminarEl BNP es una hormona secretada por la aurícula que tiene efecto hipotensor al disminuir la precarga y poscarga mediante diversos mecanismos. Se mide como marcador temprano de falla cardiáca. Tiene sus limitaciones, como edad y enfermedad renal. Considero importante su medición gracias a sus efectos protectores al secretarse.
Este tipo de estudios, demuestran claramente que sera mejor siempre prevenir que tratar, un screening realizado periodicamente nos ayuda ara observar como avanza la enfermedad y asi adelantarnos al tratamiento para asi evitar complicaciones posteriores.
ResponderEliminarEn nuestro pais, la realizacion de estudios para el peptido natriuretico B como screenning y las demas pruebas que deriven si el resultado indica mal pronostico pueden verse costosas pero a largo plazo se podria observan un ahorro de gastos enorme. Ojala que pronto se hagan mas estudios para la inclusión de la medición del peptido natriuretico B a las guias.
Y recordar, población sana población productiva.
El uso del péptido natriurético tipo B podría ser un marcador temprano de cardiomiopatía tipo dilatatoria, al ser sintetizado por un aumento en la presión de las fibras cardiacas, dicho péptido pudiera tener actividad parácrina en celulas miocardicas y cooestimular la síntesis de citoquinas proinflamatorias que conducirán a fibrosis cardiaca, podrá en un futuro el BNP ser un marcador de alerta para fibrosis cardiaca?, por otra parte el uso del péptido natriuretico tipo B debería ser empleado en los hospitales como un marcador temprano de falla cardiaca, es decir podría integrarse como maracdor diagnostico de estudio en el caso de dolor toracico (no pleurítico), sería en un futuro el uso de analogos similares a BNP el tratamiento para condicionar uresis?
ResponderEliminarEl BNP es un marcador el cual tiene un amplio campo de estudio ya que probablemente tendría funciones y lineas de acción terapéuticas probables.
El péptido natriurético del tipo P (BNP) pertenece a una familia de neurohormonas de estructura similar que incluye también el péptido natriurético auricular y el y el péptido natriurético de tipo C. es sintetizado, almacenado y liberado principalmente por el miocardio ventricular en respuesta a la expansión de volumen y a la sobrecarga de presión su importancia radica en su utilización como marcador temprano de la insuficiencia cardíaca la cual es un problema de salud que ha ido en aumento en nuestro país resultado final de muchas entidades y que se asocia a una alta morbimortalidad, si empleamos marcadores tempranos podemos detectar la patología en etapas mas iniciales y en donde todavía podemos actuar y evitar complicaciones o incluso la muerte del paciente.
ResponderEliminarAquí debemos de utilizar lo visto en sesiones, ¿qué es, para que sirve y cuando utilizarlo?
ResponderEliminarYa vimos que es neurohormonal, son activos participantes en la homeostasis del sistema cardiovascular. He aquí el detalle de que nos marcan tempranamente si existe falla cardíaca. Nos podría ayudar en gran cantidad para evitar esta complicación, lo malo aquí sería el costo y el que no se haría de rutina. Aquí se podría decir que si bajarán los ordinarios se podría cambiar ese dinero a la obtención de lo necesario para que se lleve a cabo esta prueba que parece ser buena en el campo de trabajo aunque falta ver si es del todo bueno y si nos puede llevar a que se use en una nueva guía.
La Medicina avanza, necesitamos modernizar para una mejor atención y si con esta prueba ayudamos a nuestro paciente sería excelente porque sería una vida salvada. Aunque el tiempo lo dirá si es lo mejor o no.