viernes, 4 de octubre de 2013

Yeast infection four times as likely with penicillin use

 Only certain classes of antibiotics increased the risk of yeast infections in a study of 650 women followed for 18 months to see what factors were associated with new-onset vulvovaginal candidiasis.
Penicillins increased the risk the most (adjusted hazard ratio, 4.1), followed by cephalosporins (aHR, 3.3) and metronidazole (aHR, 2.8), compared with women who did not report antibiotic use. Other classes of antibiotics were not associated with yeast infections.
"Many women and physicians believe that if you take an antibiotic, you’re just bound to get yeast. The message is that not all antibiotics are associated with yeast vaginitis; it’s certain classes of antibiotics that carry the highest risk," said senior investigator Sharon L. Hillier, Ph.D., a professor of obstetrics and gynecology and reproductive sciences at the University of Pittsburgh.
"When women are given antibiotics, I think it’s useful to help them understand they have some likelihood of getting a yeast infection with these three, and less so with quinolones or tetracyclines or something else," she said at the annual scientific meeting of the Infectious Diseases Society for Obstetrics and Gynecology.
The 650 subjects – 18-40 years old, not pregnant, and with no signs or symptoms of yeast at baseline – were followed at 2-month intervals during the investigation, and had a total of 4,934 follow-up office visits. Each time, they were asked what antibiotics they had been on, if any, among other questions.
There were 82 clinical yeast vaginitis diagnoses and 58 self-diagnosed infections with documented antifungal use. The results were largely similar when the team limited analysis to just clinically diagnosed cases.
A total of 312 women used an antibiotic at least once. Macrolides, metronidazole, and penicillins were used most often among the nine classes of reported antibiotics. The most common indications were upper respiratory tract infections, bacterial vaginosis, urinary tract infections, and sexually transmitted infections.
Having two or more male sexual partners was also a strong predictor of yeast vaginitis (aHR, 5.0), "and that was something that was a little bit surprising because it’s not a sexually transmitted infection. It’s useful maybe to tell women that limiting their numbers of sex partners will also decrease their risk," Dr. Hillier said.
Using depot medroxyprogesterone acetate (Depo-Provera), meanwhile, had a protective effect (aHR, 0.3), compared with women not using hormonal contraceptives. "Depo-Provera has a very strong progestin; some women who get the shot actually have estrogen depletion in the vaginal epithelium. The finding suggests that when you remove the estrogen from the [vaginal] epithelium, it can reduce your risk for yeast vaginitis," Dr. Hillier said.
Other forms of hormonal contraception were not associated with yeast vaginitis. Although "many women believe oral contraceptives and other hormonal methods increase the risk, there was no evidence of increased risk in this study," she said.

Tomado de: familypracticenews.com

11 comentarios:

  1. Hilda Lizeth Pérez Flores5 de octubre de 2013, 0:17

    A mi parecer la importancia del artículo anterior radica en 2 aspectos:
    1. Nos permite conocer los factores de riesgo para la infección por Cándida, que sigue un proceso de tres pasos, el primero de los cuales es la adhesión a epitelio, sobre la cual tienen acción; dichos factores de riesgo son: el hiperestrogenismo, que incrementa la exposición de los complejos epiteliales glicoproteicos que actúan como receptores facilitando así la adherencia de los hongos a la superficie epitelial, niveles elevados de progesterona tienen unos efectos supresores de la inmunidad celular por una parte y, por otra, un efecto promotor de una mayor expresión del gen responsable de la síntesis celular del receptor epitelial capaz de unirse a Cándida, utilización de anticonceptivos orales de alta dosis predispone a la aparición de micosis vaginales, por último el factor de riesgo o promotor mas renombrado y objeto de discusión del artículo anterior es el uso de antibióticos, para abordar este factor de riesgo es importante recordar que los lactobacilos inhiben la adhesión de esporas micóticas a la superficie epitelial mediante un proceso de co-agregación y competencia por los receptores. De esta forma, una reducción de la flora vaginal de lactobacilos, como ocurre con el uso de antibióticos condiciona un incremento del riesgo de infección micótica.
    2. Aclara que pese a que el uso de antibióticos favorece el desarrollo de candidosis, esto no significa que todos lleven a ésta, sino que existen 3 que especialmente se asocian a una mayor frecuencia de presentación (penicilina, cefalosprinas y metronidazol),por lo que no se debe suponer que toda paciente con cualquier antibiótico presentará vulvovaginitis por cándida, más sin embargo es importante informar a la paciente acerca del riego del uso de estos 3 antibióticos cuando le sean indicados, así como de los demás factores de riesgo ya mencionados que aunados a ellos ocasionarían una posibilidad mayor de presentar la vulvovaginitis

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  2. Maria Fernanda Rafael Moreno5 de octubre de 2013, 0:19

    Un abordaje global del problema de vulvovaginitis candidiásica debe, en primer lugar, dirigirse a la prevención del mismo mediante la actuación sobre los factores predisponentes o coadyuvantes. Dentro de los factores que predisponen a la mujer en el desarrollo de esta infección, como se menciona en el artículo son la utilización de anticonceptivos que facilitan un medio para el crecimiento de hongo, un ejemplo son los dispositivos intrauterinos, otro factor que favorece esto son los niveles de estrógeno, que a mayor nivel de estrógenos, en el epitelio vaginal se induce mayor producción de glucógeno y por tanto, un elemento nutritivo facilitador tanto para la multiplicación como de la germinación micotica, además niveles elevados de progesterona tienen efectos supresores de la inmunidad celular, un ejemplo claro de la presencia de estos dos últimos factores es el embarazo presentándose más a partir de la semana 28 de gestación , en cuanto la utilización de antibióticos, estos eliminan tanto a una flora patógena como la normal, por tanto dejan desprotegido el ecosistema vaginal frente a los hongos.

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  3. Una razón más para que las mujeres que se automedican lo hagan incluso con más precaución (si es que alguna vez la tienen) es que si lo hacen desconsideradamente, tienen más posibilidades de desarrollar un malestar más grande que incluso un cuadro de vías respiratorias o vías urinarias que si no lo hicieran.
    Esta información aplicada adecuadamente por médicos e incluso por pacientes que se automedican, podría verse reflejado en la incidencia de la candidiasis en neonatos por contaminación del tracto vaginal, evitando muchas de las complicaciones de ésta como bajo peso al nacer, candidemia, meningitis y en general un incremento en la morbimortalidad de los bebes.

    Parece ser que ahora las disbiosis vaginal no solo se da en "niñas bien", al presentar un riesgo incluso mayor que el uso de penicilinas de presentar candidiasis vaginal, con solo 2 o más parejas sexuales... y si hicieramos que estas mujeres usaran anticonceptivos que depletan los estrógenos del epitelio vaginal... se mantendría la relación de protección y de riesgo a un 4.7 (5-.3)?

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  4. La candidiasis vulvovaginal es la segunda causa más común de infección vaginal. Afecta principalmente a mujeres entre 20 y 40 años, y entre el 50 al 72% de las mujeres la han presentado por lo menos un episodio en el transcurso de su vida.
    Las relaciones sexuales incrementan marcadamente la frecuencia de la candidiasis vulvovaginal. No se ha encontrado relación con el número de compañeros sexuales, pero sí se relaciona con el contacto oral-genital,se relaciona con dosis elevadas de estrógenos (anticonceptivos orales de primera generación. También se asocia con el de dispositivo intrauterino además se ha establecido la asociación entre el lavado como factor predisponente para candidiasis recurrente.
    El uso de antibióticos como lo es la penicilina y el metronidazol que son de uso frecuente en infecciones bacterianas aumentan el riesgo de desarrollar candidiasis lo cual debemos de informar a nuestras pacientes para ademas de enfatizar la importancia de no automedicarse.

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  5. Montserrat Ramírez Moreno5 de octubre de 2013, 2:01

    Cándida albicans es el principal patógeno involucrado en la vulvovaginitis por levaduras, esto radica en que forma parte de la flora normal de la vagina presentando antígenos de superficie ya reconocidos por el sistema inmune. En el momento que la paciente adquiere factores predisponentes que alteran los mecanismos de protección en la vagina, cándida cambia su micromorfología a blastoconidias en conjunto con pseudohifas, por tanto cuando llega la respuesta inmune contra los antígenos originales se encuentra con una cándida “diferente”, esto le da tiempo a la levadura de crecer y multiplicarse.

    Cabe recordar que la microbiota vaginal también está compuesta, principalmente, por el lactobacilo de Döderlein (bacteria Gram positiva anaerobia), que otorga mecanismo de protección al acidificar el pH e impedir la reproducción de patógenos oportunistas; por tanto, no todos los antibióticos utilizados en el tratamiento de las enfermedades infecciosas más frecuentes reportadas en las mujeres de dicho estudio, ejercerán efecto alguno sobre el lactobacilo, sólo las que cubren el espectro para Gram positivo anaerobio, como es el caso de penicilina, cefalosporinas y metronidazol.
    En cuanto al uso de anticonceptivos, el acetato de medroxiprogesterona de depósito ejerce efecto protector por el hecho de ser progesterona sintética, dentro de los efectos de dicha hormona se encuentra el hacer el moco cervical más espeso, confiriendo una barrera de protección contra la colonización, si tomamos en cuenta la constitución de dicho moco.
    Respecto a la relación de la vulvogaginitis por levaduras y el uso de estrógenos, el articulo menciona que las mujeres que suprimen estrógenos reducen el riesgo de vaginitis por levaduras, pero leí que los anticonceptivos con elevada concentración de estrógenos producen aumento del glucógeno vaginal, repercutiendo en el espesor del epitelio y en la cantidad de sustrato para la producción de acido láctico, confiriendo un medio ácido que no favorece la infección por cándida, entonces: ¿el cuadro clínico en estas pacientes se debe al exceso de acidez que conlleva a una vaginosis citolítica y no propiamente a una infección por cándida albicans?

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  6. Allan Moncada Garnelo5 de octubre de 2013, 11:12

    Creo que el estudio demostro algo muy complejo de manera simple... Es decir habla de lo fragil y sutil que puede ser el medio ambiente micro y macrobiotico del aparato reproductor de las mujeres, por aspectos tan comunes como el uso de antibioticos que alteran la flora normal de la vagina(penicilina, cefalosporinas y metrodinazol... Que fueron las q demostraron mayor efecto) o el tener multiples parejas que como se sabe que sin ser una enfermedad del todo de transmision sexual, si afecta el pH y la flora ppr lo cual produce la disbiosis... Por ultimo el efecto protector de los estrogenos anticonceptivos y realmente en resumen... El microambiente vaginal es mediado por mas de un solo aspecto y eso demuestra que el problema es intergral, no atacando uno solo de los aspectos.

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  7. Este artículo me pareció muy interesante por dos puntos que se tocaron, el riesgo que implica el uso de solo ciertos antibióticos y el uso de anticonceptivos orales. En cuanto al uso de antibióticos, como lo mencionó Erick, refuerza la razón por la cual son medicamentos controlados. En la población, sobretodo en las mujeres, existía una tendencia a la automedicación sin conocer la gran cantidad de riesgos.

    En lo personal creía que el favorecer una infección por levaduras lo proporcionaban todos los antibióticos ya que inhibiendo la flora protectora, que normalmente previene la germinación de Cándida y su invasión superficial permiten su incremento y daño al huésped. Los lactobacilos inhiben el desarrollo de Cándidas a través de la interferencia bacteriana, compitiendo por nutrientes, interfiriendo en el receptor de la célula epitelial y produciendo bacteriocinas. Los antimicrobianos también ejercen efectos directos induciendo el crecimiento de la Cándida. Pero ahora sé que podemos tratar infecciones en mujeres evitando estos tres antibióticos, sin la preocupación del alto riesgo de Candidosis.

    En cuanto a los anticonceptivos orales, el riesgo es, principalmente por su contenido en progestanos, y no tanto los estrógenos (que era mi duda) ya que producen un espesamiento del moco entre el útero y la vagina, disminuyendo la velocidad del flujo y por tanto la rapidez en la eliminación. También produce un cierto grado de atrofia del epitelio vaginal, es decir disminuye su espesor volviendo a la vagina, de este modo, más vulnerable a la penetración por parte de agentes patógenos y a sufrir daños irritativos. Por último, los progestanos facilitan la formación de micelios a partir de las formas levaduriformes del contenido vaginal.

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  8. Me parece muy importante la asociacion entre el uso de antibióticos y vaginitis por levaduras en primera debido a la frecuencia con la que estos farmacos son empleados para el tratamiento de otras enfermedades infecciosas,lo cual modifica la flora residente de la vagina y lo convierte en un factor de riesgo para contraer la infección por levaduras , por otro lado destaca el efecto protector de los progestagenos que ejerce un efecto inhibitorio negativo sobre el numero de receptores estrogenicos en el endometrio, ademas la progeaterona incrementa la actividad de la enzoma 17-beta-hidroxiesteroidedesidrogenasa quw metaboliza la conversión estradiol-estrona generando un efecto tipo antiestrogenico.

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  9. En lo personal me parece muy interesante la información del artículo porque es cierto que las pacientes e incluso yo, como medico en preparación, pensamos que cualquier clase de antibiótico aumentará el riesgo de padecer vaginitis por levaduras al modificar la flora residente de la vagina, provocando un mal apego al tratamiento por causa del miedo.
    Como bien el artículo menciona las penicilinas, cefalosporinas y el metronidazol son los 3 tipos de antibioticos más vinculados con el riesgo a la enfermedad, desafortudamente son también éstos 3 los más utilizados por el Médico e incluso como automedicación por la propia paciente, generalmente penicilinas.
    Considero importante adoptar el hábito mencionado por la Dra. Hillier de reeducarnos y reeducar a los pacientes, ayudandolos a comprender que si bien hay un riesgo de obtener infección por levaduras con éstos 3 tipos de antibióticos, existe un riesgo menor con otro tipo de antibióticos como quinolonas o tetraciclinas. Además, debemos recomendar a la paciente una vida sexual reservada a una sola persona, ya que se comprobó que también ayuda a una menor incidencia de vaginitis.
    Es importante resaltar que de las 650 pacientes, 312 recibieron uno de estos antibióticos en 2 meses, haciendome pensar que es una cifra un poco elevada, talvés se dan antibióticos de forma injustificada, ¿VALDRA LA PENA EL RIESGO?

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  10. José Emilio Navarro6 de octubre de 2013, 2:16

    Me sorprende que fármacos como esos tres, que son muy utilizados en Medicina, puedan tener un riesgo relativamente alto de provocar candidiosis vulvovaginal en mujeres en edad reproductiva (aproximadamente el 12% de la poblacion). Quizás estos números habrían aumentado si hubieran estudiado a personas un poco mas jóvenes, pues según investigué, el 80% de las candidiosis vulvovaginales se da en adolescentes, y estoy casi seguro que la mayoría de estas personas que se infectaron de cándida son las más jóvenes del estudio... en fin.

    Y no sólo eso, también aumenta el riesgo de padecer infecciones de vías aéreas, urinarias y vaginosis bacterianas que no son propiamente candida albicans.
    Es importante tener esto en cuenta, así al medicar a pacientas con antibioticos y/o anticonceptivos orales habrá que platicar sobre el riesgo que existe de que se presente una candidiosis vulvovaginal o alguna de las otras patologías mencionadas debido al consumo de dichos medicamentos.
    A mi parecer, debería considerarse como una ITS, ya aquí se reportó la relación entre el número de parejas y el riesgo de presentar candidiosis, y también es importante decir que en el 20% de las parejas de las chicas tiene candida en el prepucio. Ahora, si es más de una o dos parejas me pregunto ¿no era ya suficiente una candidiosis 'endógena'?
    Lo rescatable de todo esto es que es fácil de tratar mientras nos topemos con una candidiosis no complicada, tan sólo con triazoles (de preferencia via vaginal), buena higiene y ropa interior de algodón (no de nylon).
    Habrá que tener cuidado con estos 3 medicamentos, pero los demás tampoco están exentos de otros riesgos!

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  11. Esta informacion resulta interesante, a mi en lo paticular lo que mas tomo mi atencion es que los antibioticos que son abusados con mas frecuencia tanto por ,los medicos como por los propios pacientes son responsables de este aumento tan significativo en el riesgo de desarrollar una infeccion vaginal por candida (siendo albicans la sub especia mas comun), una muestra mas de lo que hemos conseguido al abusar de este tipo de medicamente al prescriibirlos de una forma que en ocaciones raya en lo empirico.

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